ADIVINA QUIÉN VIENE A LEER / Blog de Sonia Rico
El ”DeLirium”de Teresa Iturriaga
Hoy
Sandra Pérez nos presenta a una autora de prosa y poesía y la
entrevista sobre su última obra “Delirium” que publicó con La
vocal de Lis
en
Febrero de 2017.
Ella
es Teresa Iturriaga Osa, una mallorquina doctora en Traducción e
Interpretación que se dedica a la traducción de literatura,
publicidad turística y periodismo de viajes.
Ha
publicado en prensa, revistas literarias y portales digitales. Es
autora y traductora de numerosas obras, relatos, poesías y novelas.
Ganadora
del III
certamen Internacional de poesía “El verso digital” 2008.
Una
de sus obras más importantes es “Juego
astral”
que recoge las salidas del mundo físico y de su autora. Son relatos
breves y están ilustrados por Sira
Ascanio.
“Delirium”
es su última obra que combina relatos y poemas en perfecta armonía.
Sandra
tiene sus poemas preferidos, como nos suele suceder cuando leemos un
libro de relatos o poemas, siempre hay algunos que nos llegan más al
corazón o que nos hacen pensar más.
La
primera parte “De”
es de relatos, le ha gustado mucho porque trata temas de actualidad,
guerra, amor, vida.
Son relatos escritos con unas notas poéticas que los convierten en textos bonitos y agradables de leer.
Su
preferido es “Suite
imaginaria de mujer”.
La
segunda parte “Lirium”
es de poemas. Esta parte le ha costado un poco más y algunos poemas
le han llevado a leerlos y releerlos varias veces para captar la
esencia de lo que Teresa pretende transmitir con ellos. Aun así ha
disfrutado mucho de la lectura y algunos le han parecido preciosos
como ” Hombre de cristal” y “Paradiso”
-Tu último libro “Delirium” sorprende por su mezcla de narrativa y poesía. ¿Cómo tuviste la idea de combinar las dos cosas? ¿estás satisfecha con el resultado?
Me
encanta el mestizaje de géneros porque yo soy una “mujer Libra”
hecha de prosa y poesía.
Vivo en el espacio de la complejidad que no toca los extremos, sino que los enlaza.
Detesto
las clasificaciones y los compartimentos estancos para definir a las
personas de una forma simplista. “DeLirium” ha sido publicado en
Barcelona por “La vocal de lis”, una editorial formada por
mujeres de mentalidad avanzada. Es una joven editorial que nació con
el impulso femenino de apostar por la literatura como motor de
cambio. Y en cuanto conocí a su editora Imma Domenech y a su equipo,
supe que depositaban su confianza en mi proyecto y todo fue
desarrollándose con un diálogo transparente y profesional. Siempre
digo que en el mundo de la edición hay muchos vendedores de humo que
traicionan el espíritu de la palabra; por eso, encontrar gente
creativa, seria y trabajadora, es una gran suerte.
-Hablemos de poesía ¿crees que está de actualidad? O, al contrario, ¿piensas qué es un género más propio de otra época? ¿Crees que la gente joven la lee o prefiere otro tipo de literatura?
Nunca
he enfocado la poesía hacia un público concreto. La edad, la
condición sexual, los gustos sociales… son parámetros que tienen
que ver con el tiempo y el espacio, pero la poesía pertenece a otra
dimensión que está más allá. Yo escribo poesía desde los quince
años y me moriré con un poema en los labios. Sentir la poesía no
depende tanto de los conocimientos ni de las valoraciones de la mente
racional, sino de la propia vivencia, sensibilidad y agudeza
emocional compartida entre el autor y el lector. Experiencia
silenciosa e inasible que nos sitúa en un nivel de frecuencia
vibratoria en sintonía.
No se puede desentrañar el secreto oculto del poeta sin rozar el misterio que apunta.
La
poesía nos invita a navegar juntos en ese sueño. Descifrarlo será
labor de cada uno.
-En tus poemas no sigues un patrón, hay poemas cortos y otros más largos; ¿no sigues unas pautas normalmente? ¿o depende de lo inspirada que estés con el tema?
Mi
escritura literaria es un acto creativo que fluye con un ritmo nada
medido, cuadriculado, obsesivo. Más bien, le gobierna un desorden
regido por la improvisación y el azar de la luz, que a su capricho
enfoca uno u otro objeto según el grado de intensidad del día.
Entonces, al pasar a su lado, la materia elegida gime y pide su turno
de presencia.
Así comienza el proceso, inspirado en una grieta, o un plato roto, esmalte, azulejo abandonado, una arruga de mantel, los flecos deshilachados de las cortinas, un pañuelo firmado con dos gotas de colonia, un resto de carmín exhibiendo sus manchas insistentes sobre el alma o, quién sabe, hasta una copa sucia y olvidada en un armario rebosante de vacío.
-Dedicas algunos de tus poemas a Maite, a María… ¿son personajes reales o ficticios?
María
y Maite son mis hijas. Dos preciosidades por dentro y por fuera,
mujeres de verdad que van por el mundo esforzándose en hacer
realidad sus sueños. Para mí son grandes maestras, porque sus
experiencias enriquecen mi camino. Creo que entre padres e hijos debe
establecerse una relación de aprendizaje en ambas direcciones. Yo no
concibo la vida sin mariposas en la frente y con ellas sobrevuelo el
paraíso, por eso les dedico mis poemas más sentidos desde lo alto.
-El poema “Por una arena negra” lo dedicas a Góngora; ¿es un autor que te marcó de alguna manera especial?
Góngora es la palabra precisa que encuentra el equilibrio entre el fondo y la forma poética.
Su
musicalidad fonética se adhiere a la honda emoción que su léxico
expresa. Por eso es uno de los poetas que más me ha costado
traducir. Hay que sacrificar siempre algo de su idiolecto en el
transvase a otra lengua porque es imposible ser tan perfecto como él.
La arena negra lleva en su esencia el roce del fondo atlántico,
magma petrificado y sacudido por el tiempo marino. Y quien se tumba
al sol de las playas salvajes de Canarias sabe muy bien lo que se
siente al susurrar su voz.
¡Gracias
Teresa!
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