martes, 26 de octubre de 2021

 

HUELLA DE NOCHE PALMERA


Me visto el alma de ceniza esta noche en que despierta la locura del cíclope. Incomprensible su ira de fuego en medio de la oscuridad, el avance despiadado de sus paredes incandescentes hacia el hogar de tantas familias palmeras. El tremor esconde el llanto, desborda los límites de la fe con la crueldad del volcán exterminador. La televisión canaria nos muestra las imágenes de la erupción en directo. Una realidad escalofriante. No es fácil mantener la esperanza mientras el joven párroco del Valle de Aridane confiesa ante las cámaras su impotencia frente al dolor y sólo ofrece su silencio como forma de consuelo a las personas que lo han perdido todo: "tienen que sentirse acompañados". ¿Qué decir cuando no sirven las palabras? Amor, ayuda, abrazos.

Teresa Iturriaga Osa

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Donaciones CABILDO DE LA PALMA:

https://www.cabildodelapalma.es/es/como-ayudar-afectados-volcan-de-la-palma

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martes, 19 de octubre de 2021

 


CLUB DE LECTURA

ÁMBITO CULTURAL EL CORTE INGLÉS

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA

Arden las zarzas Ed. La vocal de Lis

Con Teresa Iturriaga Osa

28 de octubre 2021

19.00 h







ARDEN LAS ZARZAS

de Teresa Iturriaga Osa

 


6 RELATOS DE MUJERES  

ENZARZADOS EN POEMAS

Detalles del libro

Editorial

La vocal de lis, S.C.P. Barcelona.

Edición

(09/02/2021)

Páginas

135

Idioma

Español

ISBN

9788412290028

Imagen de la Portada: obra de Alfonso Crujera 2020

Título: Shades of Paradise / Serie: Sacred Place

Dimensiones: 54 x 54 cm. / Técnica: Acrílico

Fotógrafo: Fernando Cova

6 RELATOS DE MUJERES ENZARZADOS EN POEMAS

La visión de la Zarza ardiente ante el profeta Moisés ha sido interpretada por algunos estudiosos como el símbolo del árbol de la vida. Su forma danzante, inasible y creativa, alude a la multiplicidad divina. Este libro solo pretende hacer un poco más visibles a esas mujeres que fueron zarza ardiente en el desierto. Su fuego incombustible nos alumbrará el camino.

Sobre la autora Teresa Iturriaga Osa

Doctora en Traducción e Interpretación por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Reside en Canarias desde 1985. Dedicada a la gestión cultural, periodismo, sociología, radio, poesía, ensayo, relato, traducción. Directora de proyectos interculturales Que suenen las olas (Canarias-Marruecos) y Alar de rosas (España-Honduras). Sus libros: Mi Playa de las Canteras, Juego astral, Revuelto de isleñas, Desvelos, Sobre el andén, Gata en tránsito, Campos Elíseos, En la ciudad sin puertas, DeLirium, El oro de Serendip (L’Or de Serendip edición francesa), Arden las zarzas y Palabra de Gourmet. Se incluye en varias antologías: Orillas Ajenas, Hilvanes, Fricciones, Ecos II, Doble o nada, París, Mujeres en la Historia I-II-III-IV, Casa de fieras, Madrid en los poetas canarios, Pilpil y mojo, En un lugar del Universo (IAC), Palabras descalzas, Sexo robótico 2120.

SINOPSIS

     El libro de relatos y poemas Arden las zarzas viene a ser un reconocimiento en clave literaria del complejo mundo femenino a lo largo de la Historia.

     Seis relatos de mujeres sobresalientes: Lady Sarah Forbes, María Walewska, Leonora Carrington, Madame de Staël, Carmen Tórtola Valencia, Cleopatra y Octavia. Vidas narradas con pasión –acompañadas de un importante esfuerzo historiográfico desde donde se construye la ficción–, sin desplazar el plano intelectual y el talento creativo de su personalidad, que incide de lleno en su fibra emocional, a través del diálogo interior. Un mundo simbólico rebosante de sentimiento que se complementa con poemas en voz de mujer. Un enlace de versos entre bellas historias cosidas con hilo de seda, como un collar de perlas auténticas. No olvidemos que la elección de la forma siempre es un marcador apelativo-persuasivo que debe interpretarse como licencia de un espíritu transgresor que lucha contra la división de géneros en cualquier ámbito, incluido el tipo de texto literario. Intención que persigue crear una línea invisible de unión entre el espacio poético y el narrativo, ajena a la tradicional categorización académica. Une liaison la plus naturelle du monde.

     Esas mujeres que se reúnen alrededor del fuego en el libro ahora brillan juntas en la oscuridad. Todas desarrollaron diversas formas de actuación fuera de lo común y destacaron por su ingenio, tenacidad y libertad de pensamiento. Se enfrentaron a las buenas costumbres de las sociedades que históricamente han sustentado el dominio masculino con argumentos simplistas, que más bien siguen los dictados de la religión y se oponen a la razón. Traspasaron los límites de lo establecido con el único objetivo de ser fieles a sí mismas, desoyendo las pautas de la subordinación a las que la mentalidad patriarcal las tenía predestinadas.

      Este libro solo pretende hacer un poco más visibles a esas mujeres que fueron zarza ardiente en el desierto. Su fuego incombustible nos alumbrará el camino.

 Teresa Iturriaga Osa

 https://www.elcorteingles.es/bio/teresa-iturriaga-osa/libros/



miércoles, 13 de octubre de 2021

 

EL VIOLÍN Y EL OBOE

Teresa Iturriaga Osa

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Es octubre, un mes muy especial. Espero que este año los pájaros vengan a anidar a la sombra del almendrero cubano. No pierdo la esperanza. Para mí, una Libra con ascendente Libra, la vida es una danza en búsqueda del equilibrio. Así lo expreso simbólicamente en este cuento musical.

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"El violín no es el oboe; uno es pasión y el otro es sabiduría."

(Yves Bonnefoy)

 

Había una vez un oboe que descansaba en solitario bajo la sombra de un gran árbol cuando, de pronto, oyó los gritos de un loco violinista que bailaba sobre un tejado. Sin duda, aquel hombre tocaba con tanta alegría que el sonido de su violín llenaba el valle de transparencias mágicas. Pobre y feliz, saltaba por encima de los agujeros del techo de su casa y su música sobrevolaba los montes hacia otros mundos invisibles desde aquella cúpula del viento.

El oboe se quedó tan fascinado que, desde entonces, no podía olvidar al violín que tenía la suerte de vivir con un soñador lleno de energía. Él, por su parte, vivía cómodamente en un lujoso apartamento de Viena. Todos los días, su dueño lo trataba con mucho mimo y respeto, y en verdad que no tenía ningún motivo para quejarse de él, todo lo contrario. Por las noches, al regresar del trabajo a su hogar y antes de cenar, el hombre se aislaba del ruido de la calle en el gran salón de su casa y tocaba el oboe con una fuerte personalidad, intimidad y afecto, arropándolo en silencio. Pero su ritmo era muy diferente al de aquel poema cifrado que el oboe había escuchado salir del violín, un enigma hundido en su centro inconsciente, sumergido en un mar de cadencias que escapaba a toda lógica.

El oboe estuvo muchos días y muchas noches entretenido en estos y otros pensamientos difusos y, finalmente, pensó que todo estaba bien, que los dos eran notas de la vida, que eran signos de dos presencias en el mundo, violín y oboe, oboe y violín... y se tranquilizó. Aunque él seguía soñando al anochecer con aquella cima de su horizonte... ¿Dónde?... ¿Pero dónde estaría el violín?

Hasta que un día se conocieron. Era una plácida mañana dominical de primavera, ambos músicos tocaban al aire libre, cada uno por su lado, cuando se levantó un viento cálido que desplazó el sonido y las notas chocaron. Entonces, el oboe escuchó atento. El violín, al igual que él, sólo iba en busca de sí. ¿Podrían seguirse en ese vuelo? Era difícil. Aún así, él quería iniciar un diálogo de palabras intraducibles, pero no sabía cómo. Comprendió que el habla espontánea, incontrolada e irreflexiva de las cuerdas de aquel violín no siempre se adaptaría al espíritu de otro instrumento. Eso le inquietó y se lo dejó notar al violín en la distancia. La respuesta no tardó mucho en llegar: "No hay nada de razonable en mi melodía de loco colibrí, lo sé, pero no puedo evitarlo".

También le dijo que, como violín, no podía privarle a un oboe de respirar el aire que necesitaba, porque era él, con su voz grave, quien establecería un poso de sosiego en el ensemble musical. El violín también se sentía un poco solo en tan altas llanuras y quería intentarlo, así que le prometió que haría todo lo posible por respetarle su espacio. El agitar de sus alas entre las flores dejaría también escuchar el discurrir de sus gargantas entre reflejos y sombras. El oboe reflexionó durante unos días y pensó que no debía contradecir las asonancias o las rimas de aquel colibrí si realmente deseaba disfrutar de una sinfonía à deux. Tenía que decidirse y asumió sin remedio que él sería su propio consejero. Y sí, quiso intentarlo. Porque el sonido del oboe, tan viejo como el mundo, le recordó cómo se construye la verdadera belleza y la armonía. 

Y, desde ese momento, el violín y el oboe hicieron sonar una música en todas las direcciones que se extendió hasta el infinito y que no se detendrá mientras que haya dos seres a la espera de encontrarse.

Todo es extraordinariamente diferente en el juego del universo y ésa es la riqueza de cualquier Babel que queramos conquistar. Tal es la moraleja de este cuento.


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sábado, 9 de octubre de 2021

 

DICEN QUE NO HABLAN LAS PLANTAS

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FERIA DEL LIBRO DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA



Hoy con Fernando Marías ha sido un placer recordar viejos tiempos de nuestro querido Bilbao y compartir impresiones sobre la poesía y la belleza del mundo natural. 

Museo Elder, Sala Pioneros, Feria del Libro de Las Palmas de Gran Canaria. 

"Dicen que no hablan las plantas", obra escrita por Raquel Lanseros y Fernando Marías; ilustrada por Raquel Lagartos. 

Pura creatividad. Gracias.


Los escritores Fernando Marías y Teresa Iturriaga Osa



 

EN LA FERIA DEL LIBRO 2021 LPGC

Gracias a Felicitas Revilla por ofrecerme su espacio de luz para exponer mis libros en la Feria del Libro de Las Palmas de Gran Canaria. Les esperamos en el stand de Librería Tao en el Parque Santa Catalina.

Teresa Iturriaga Osa





jueves, 7 de octubre de 2021

 

<<Sirena de Barlovento>>

 


Una tarde de octubre empezamos a hablar en un banco, allí me contó su lucha para dar de comer a sus hijos. Toda ella era como una nave con las velas tendidas al viento, un libro de verdades, un puño contra la pereza. Y escucharla fue calmando mis quejas hasta hacerlas insignificantes. Una a una, sus palabras me advertían del peligro de lo efímero; la riqueza y la pobreza estallaban a su lado como pompas de jabón. Cierto, un círculo académico hablaba en las manos de una anciana. Parecía un personaje de un cuento de hadas porque irradiaba un porte de sirena. Ni una arruga delataba su edad, ella se contaba los años por escamas. Desde entonces, la veo pasar cada mañana por delante de mi casa, vestida con su melena lisa y dorada, subida a unas aletas azules de medio tacón que sonríen al que madruga con las luces del alba.

 

Teresa Iturriaga Osa