NADIA OURIACHI, EL SUEÑO EN EL PINCEL
Recorrer con la mirada la pintura de la artista marroquí Nadia Ouriachi no nos deja indiferentes. Afloran en nuestro interior sentimientos de rebeldía al recordarnos la triste situación de muchas mujeres tratadas como mercancía por todo el planeta. Sus trazos denuncian que el cuerpo femenino no puede ser un mero objeto de deseo. Ese espíritu de posesión y de dominio deshace los sueños y las potencias de las mujeres que, en vez de ser contempladas con admiración, son utilizadas al servicio del consumo. En consecuencia, la belleza física sin libertad y respeto se precipita al abismo, en un río de caudal seco, vacío. Porque la mujer no es un producto que se come, se digiere y se deshecha. Su presencia debe disfrutarse como un don. Y el arte de Ouriachi está precisamente en hacernos ver el alma que se esfuerza por salir al exterior para reconstruir la naturaleza creadora caída. De ahí que nos interpele y nos anime a reivindicar la dignidad humana hoy tan maltratada y sedienta de amor.
He querido expresar el grito de esta artista en mis versos:
<<Tajine de mujer>>
Tómese un sueño a la Mandarina.
Después, añadir varios ingredientes
en una olla a presión:
un trozo de viento atado,
una cucharada sopera de niebla,
un ramillete de flores mudas,
una loncha de sonrisa.
Mézclese también con alegría en polvo,
especias de gracia quemada
y unos bellos ojos enlutados en miel.
Finalmente,
reducirlo todo a migas
y servir el plato vacío
como postre del festín.
Teresa Iturriaga Osa
Nadia Ouriachi
Teresa Iturriaga Osa