Juntas, pero no
revueltas
Créeme.
Cuando se llega a esta
edad tan elegante,
no
se pueden mezclar sandalias con pellizas.
A
mi paño le crecen las abejas y,
al corcho de mis suelas,
le
suben las hormigas.
Unas
y otras no soportan la censura
hacia su particular forma
de construirme una
cabina,
a veces, en panales,
torres,
túneles,
agujeros,
grietas,
sinónimos de nido.
¿Cómo
haré para explicarte que
ni el invierno ni el
verano
pueden vencer las ramas
preñadas de un olivo?
Teresa Iturriaga Osa
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