Mujer,
Llave de Oro
¿Y si nos dejaran, Mujer
-alta, baja,
loca, cuerda o varada-,
subirnos juntas al tren de las estrellas?
¿Y si empezáramos a construir una nave,
un buen augurio de soles,
desafiando al gran diluvio
para dirigir la proa del velero azul?
¿Qué me dirías?
¿Te arriesgarías a cogerme de la mano
y a deslizarte por esa hebra de hilo?
Ven. Mueve conmigo las varillas del agua
hacia las raíces de los campos de minas
sin defensas, sin cerrar los párpados,
atrévete a beberte
los prodigios de la vida.
Duda si quieres, pero no decaigas.
Bajo el naufragio, cintura de mimbre.
Pasión y compasión.
Virtud de los fuertes.
Llave de Oro, abre caderas.
Seamos por una vez
lo que tantas mujeres soñaron
desde sus casas de silencio y exilio.
Teresa Iturriaga Osa
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