jueves, 17 de febrero de 2022

 

Hiedramar

 


Hay que darle la vuelta a todo.

 

Dejar crecer a las hiedras en su cobijo de sombra

hasta alcanzar la luz.

Seguir el traspiés de ventosas, sinuoso camino

en una pared de agua, oración de las hormigas.

Abrazarse al goce del primer árbol

plantado por el gran latido.

Volcar una caja de abejas invisibles

en nuestra máquina de calcular.

 

Dormir sobre el tapiz de la piedad.

Lustrar los zapatos rojos para bailar

en puertos desbordados por el ruido.

Avanzar, trepar lejos

sin tarifa, con respeto de hoja.

Florecer bajo un corazón de alba y crepúsculo.

Recoger el dulce proverbio hecho piedra

en las trenzas del mar.

 

Hay que girar la cabeza de esquina. 


Teresa Iturriaga Osa




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