Lo
mismo…
Cuando entraron tus palabras por el túnel,
una feria se instaló en mi regazo,
cuánto tiempo esperando tu saludo,
cuántos días, noches,
agujeros negros de duda
y nostalgia de tu rostro…
[Todos dicen que sólo cuentan las obras,
lo tangible a la vista, estela de lo real,
materia hecha carne y nada más.
Pero no es así.]
Porque cada sílaba
tiene su propio dulzor terrestre
cuando se escribe desde el corazón,
cuando se levanta una imagen
desde el lomo amable de las emes
y llega la infancia a enredarse en el pelo.
[Las palabras no son inútiles.
Vocales cerradas que auguran un abrazo,
puntos suspensivos en forma de puente
donde saltar a la otra orilla como antaño.]
Las palabras silban una canción de amor
tras un largo recorrido
en los trenes del silencio.
Ahora dormirán conmigo,
porque ya viven dentro, en paz acurrucadas.
Y nada es lo mismo.
Teresa
Iturriaga Osa
Navidad
2024