Rara avis
Las bajas canciones destiñen las líneas,
rompen sus cáscaras de huevo los reproches,
se levantan los retratos de sus marcos
para gritar con voz ardiente esta injusticia.
Hoy anudo cada uno de tus giros de tuerca,
ese llamarme sin respeto a altas horas del azar,
mis olvidos a tu señal, un caso imposible de verdad.
A tientas, siempre a tientas,
los estertores me anuncian
una rara avis sin lealtad que
ya se muere.
De princesa de tules
a letra de
pañuelo...
Todo un túnel de miseria.
El recorrido de la quemazón.
*
Teresa Iturriaga Osa
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