domingo, 24 de noviembre de 2019



Mujer, Llave de Oro 



¿Y si nos dejaran, Mujer
      -alta, baja,
loca, cuerda o varada-,
subirnos juntas al tren de las estrellas?
     ¿Y si empezáramos a construir una nave,
un buen augurio de soles,
                desafiando al gran diluvio
para dirigir la proa del velero azul?

     ¿Qué me dirías?
¿Te arriesgarías a cogerme de la mano
y a deslizarte por esa hebra de hilo?
Ven. Mueve conmigo las varillas del agua
hacia las raíces de los campos de minas
sin defensas, sin cerrar los párpados,
                    atrévete a beberte
los prodigios de la vida.

Duda si quieres, pero no decaigas.
Bajo el naufragio, cintura de mimbre.
                         Pasión y compasión.
Virtud de los fuertes.
Llave de Oro, abre caderas.
                    Seamos por una vez
lo que tantas mujeres soñaron
desde sus casas de silencio y exilio. 

Teresa Iturriaga Osa 



                                   
                           SABOR A TÉ                                                

De repente, llegaste envuelta en tu jaima.

        Bajaste despacio por cuerdas de azar
desplegando partículas.
        Vibraron tus lazos azules
en casas sedientas de adobe,
y juntas gritaron sin saberlo y muy alto
        ese verso libre de Tinduf a tu lado,
            cantando palmas y dunas.

        Se encendió la luz, vergel o desierto.

         Tu rostro se abrió en blanco y negro,
reflexión silenciosa del hambre, espanto,
golpe de voz a las puertas, fronteras del miedo,
                      oídos sordos al clamor.
         Saltaste a la comba sobre las minas,
frente a las armas, esa dorada avaricia.
Los pies borraron las rayuelas antiguas.

         Y una niña pintó con sus ojos tu sueño con tiza.

         De repente, la ausencia.
         Te llevaste contigo la jaima
ocho mantos de ocaso, una orquesta de noche
y toda clase de esencias, sedas, berreds, alfombras, cojines...
                                    hasta el genio y la lámpara.
                       Un sorbo final con virutas de té.
Cartera de la alegría, algarabía de voces,
fuiste trémulo mar de abrazos en cada línea,
                     tilde de bondad tu vida entera.

         Aquí seguimos, sí, huérfanos de buenos días.

         Sentados en el suelo, un círculo te nombra,
levantando sus kisans hacia ti.
Tu memoria escancia estrellas.
Va este brindis de hierbas, espumas,
líquido placer enamorado contigo.
        El primero, amargo como la vida.
El segundo, dulce como el amor.
         Y el tercero, suave como la muerte.

Teresa Iturriaga Osa

miércoles, 20 de noviembre de 2019



Isabel Villagar 

lanza el libro

"Cómo Enseñar a Cantar 
a Niños y Adolescentes"




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Editado por Redbook, en su colección Taller de Música, donde previamente ha publicado Guía práctica para cantar y Guía práctica para cantar en un coro.

Una de las misiones de esta profesora de canto, titulada superior en pedagogía del canto y cantante, es la extensión de la pedagogía con base científica en el área de habla hispana y el progreso de la misma.

Con este fin os invitamos a conocer su página www.labrujuladelcanto.com donde ofrece infinidad de recursos, herramienta e información sobre canto y para hablar en público con este fin.

Por Isabel Villagar, coach vocal: clases online de canto y voz, Valencia y Castellón, experta en técnica vocal, mejora tu voz & hablar en público
Su última publicación contiene información inédita en lengua castellana sobre las últimas investigaciones en pedagogía del canto aplicada a niños y jóvenes y validadas por la ciencia educativa.

En ella se explican las bases neuro-científicas del proceso de aprender a cantar, y se ofrecen estrategias acordes a las mismas para enseñar a cantar.

Saludamos esta publicación

Más información:


Página del Isabel Villagar, profesora de canto y coach vocal. Clases de canto y de coaching vocal, cursos de canto y de educación vocal.

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viernes, 15 de noviembre de 2019


ALAR DE ROSAS




El título del libro Alar de rosas hace alusión a la palabra alero/a que, en Honduras, se emplea para referirse al mejor amigo o amiga. Esta colección pone en valor la amistad en la infancia. Los beneficios económicos que se obtengan de su difusión y venta serán exclusivamente destinados al orfanato Our Little Roses / Nuestras Pequeñas Rosas de San Pedro Sula, en Honduras. 
Información de la fecha de publicación y presentación próximamente.



Participantes:

Sergio Arrieta
Carmen del Puerto Varela
Fátima Díez
Eduardo González Ascanio
Emilio González Déniz
Anita Haas
Teresa Iturriaga Osa
Antonio López Ortega
Miren Agur Meabe
José M. Rodríguez Herrera
Elisa Rueda
Pablo Sabalza Ortiz-Roldán
Tina Suárez Rojas
Pedro Ugarte

Diseño de la cubierta: Jack Lanagan Dunbar
Imagen de la cubierta: Alfonso Crujera. Título: Charca Residual. 
Técnica: Galvanografía de cobre.

Coordinación y edición: Teresa Iturriaga Osa

ORFANATO EN HONDURAS 
Our Little Roses / Nuestras Pequeñas Rosas 
Proyecto de educación bilingüe que impulsa 
el poeta y pastor americano  Spencer Reece:


miércoles, 13 de noviembre de 2019



LA CASA AZUL

Nadie sabe lo que duele el querer cuando se esconde, pero se escapa por la piel y la mirada. Durante las horas de oficina, Beatriz amaba a Luis hasta el extremo. Día tras día, le esperaba a la salida del trabajo para despedirse de él como una compañera más. Luis lo sabía, la química era evidente, podía tocarse, inundaba las estancias. Sus mensajes no estaban hechos de palabras, pero sí de un silencio que, al romperse aquel día de octubre, perfumó todo el ascensor.
        - Reina, ven esta noche a la playa, quiero desnudarte en el agua -explotó. - Mira que si nos ven juntos, amor… -balbuceó ella pegada a su oído.
         A las diez en punto llegaron al paseo. Fueron a bañarse por separado. Como extasiada por la marea, Beatriz se dejó llevar por sus impulsos y olvidó la razón. Se desató el bikini y su melena le ocultó el pecho. Temblaba su desnudez, temerosa de que algún buceador furtivo apareciera bajo las sombras. Nadaron juntos más allá de la orilla. Luego, las leyes del mar dictaron su sentencia y edificaron la pasión. Toda la inmensidad del salitre rodeó el abrazo de los amantes: selló la vida. Los dos sabían que la playa era el único lugar a salvo de las miradas, lejos de los edificios. Aquella fue la primera vez de una serie infinita de besos que enlazarían sus noches con el amanecer. Como único testigo y frente a ellos, la casa azul de los Naranjo reflejaba su envidia sobre el espejo, suspendida en el coral, cómplice del arrecife. 


Teresa Iturriaga Osa


martes, 5 de noviembre de 2019



POR LAS SIETE REVUELTAS

(Al poeta Miguel Veyrat, en Sevilla)





UNA RARA AVIS sobrevoló el sueño

de los azahares dormidos.



     Gorjeo de guitarras, punteo, curvas,

palos de calma, así tormenta, dermis con olor a cedro.

Una caricia cómplice -contra viento y marea-

                  iba tejiendo las cuerdas del tiempo.

Era la hora.

Laberinto infinito.

Al oír el repique, la razón perdió su herradura

-camino de la Campana- bajo las Setas.



 Y las Sierpes doblaron sus vértebras ante la Flor de Lys,

contraclave del arco -por las Siete revueltas.



        La tarde carmesí lanzó mis zapatos al mundo

y me arremangó la falda para subir -o bajar-

ocho peldaños hasta el guijarro blanco,

órbita secreta de tu telar andante,

                                        ingeniero de letras,

                                        hijo del Pan y de la Alfalfa.

      Trinaron los pájaros, clamaron los gestos:

el guardián del umbral vino a abrirnos la piel.



La estera desplegó su friso loco sobre la mesa

y fuimos rostros sin arrugas, lazos en hiedra.



Teresa Iturriaga Osa


(Encuentros en clave poética)



Miguel Veyrat y Teresa Iturriaga en
Bar Europa (desde 1925), barrio de la Alfalfa (Santa Cruz), 
antigua judería de Sevilla.