miércoles, 24 de junio de 2020


<<La perla del pescador>>



Amanece en la costa y el pescador prepara sus redes, nadie le gobierna sino el murmullo de las olas, que aún duermen esperando su juego.
Hace días que la Luna esparció su luz por el fondo del mar, hace días que las conchas sueñan con un guiño de estrellas. Silban su canción de arena mientras la vida avanza y el amor se balancea.
Pero el tiempo del marinero es lento y es terco en su dulce silencio, por eso el nácar lo acaricia, lo calma y lo nombra como es. Sin amarras ni techo. Así, enjuto, parco en sus gestos de hombre entero.
El océano tiene sus razones, mueve a su manera los cuerpos, como cáscaras de ostras. Están hechas de grietas por donde se va colando la grava, fino accidente que dará lugar a la perla.

Teresa Iturriaga Osa




sábado, 13 de junio de 2020


ORNATO PARA UNA COBRA
               
                                (...) tú, Romano, recuerda que debes regir los pueblos con tu imperio, 
                                       éstas serán para ti las artes: imponer la costumbre de la paz, acoger 
                                       a los sometidos, abatir a los soberbios. (VI 847 ss.)
                                                                           



Flexible y secreta. Así decían los papiros. Cleopatra era una mujer atractiva e inteligente, con una mente capaz de viajar por el aire a la velocidad de un halcón. En un mundo de hombres, ella destacaba por su carácter de nube ardiente, de naturaleza solar, por su adaptabilidad femenina de larga respiración, cualidad que la salvaba del polvo bajo las aguas del Nilo. Le gustaba bailar como si fuera un cuerpo estelar, dejándose llevar por el ritmo de la música, desbordando un número infinito de formas latentes. Una llama de movimiento reptoide recorría su columna vertebral y estimulaba su sed de misterio. No en vano su fuego psíquico había seducido a Julio César y a Marco Antonio, dos de los principales generales del Imperio romano, más allá de las fronteras de Egipto.

(...)

No podía quitarse de la cabeza la última vez que vio a la reina de Egipto en todo su esplendor, coronada con el uraeus en forma de cobra dorada que le confería un aire de amenaza y superioridad. La altura del tocado realzaba la belleza de su rostro con el áspid sagrado erguido sobre la frente y sus joyas con piedras preciosas engarzadas en collares, anillos, pendientes o brazaletes, le servían de amuleto protector. Conocía la magia de las esmeraldas, las ágatas, las amatistas, las turquesas y los cuarzos en relación con la astrología. Y el soberbio maquillaje, con un sombreado de cejas y párpados, delineando sus ojos de azul con polvo de lapislázuli, acentuaba su mirada de ofidio. La transparencia de sus escasos vestidos descubría su pecho derecho en un guiño de coquetería, ceñida con un cinturón de cuentas de cornalina, que se abría sin costuras por debajo de sus caderas en un revuelo de gasas libres de vello. El aceite de alcanfor brillaba sobre su piel perfectamente depilada y embadurnada hasta los pies. De sus perfumes y ungüentos, se decía que su fragancia impregnaba las estancias de palacio y deshacía miedos ocultos. Cleopatra era consciente de su fuerza y de su gran capacidad de contacto, una emperatriz que dejaba a los hombres sin aliento y hacía estallar sus sentidos en las más variadas formas. Su voz irresistible entraba y salía de ellos a su antojo, dominaba el tono de las emociones en cinco idiomas y, como la diosa Isis, se paseaba dulce y voluptuosa por todos sus campos cósmicos. Su educación más allá de la política, en las ciencias y las artes, era exquisita. Y ciertamente, no tenía rival en el lecho. De manera que Octavia, en un arranque contra el repudio marital, dio rienda suelta a su imaginación con el firme propósito de innovar su apariencia personal, mejor armada para la reconquista.

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Fragmentos del relato de Teresa Iturriaga Osa  
Próxima edición M.A.R. Editor, Madrid.


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domingo, 7 de junio de 2020



Ola en jarras



        Sin duda, eres mujer.

Con ese aire de galerna enfadada, levantas tus brazos hacia el cielo, gritas como una madre que educa a sus hijos.

Los rizos de tu melena salpican verdades en clamor de algas.

Amas y danzas la vida en piruetas, de frente hacia la costa.

        La espuma, tu beso.

El bucle, tu abrazo.

El azul, tu mirada. 

        Espejo siempre leal. Muéstrame el rostro que gobierna el silencio.


Teresa Iturriaga Osa


Fotografía de Tato Gonçalves 
Exposición "Del Mar cercano"
Sala de Ámbito Cultural de El Corte Inglés 
Las Palmas de Gran Canaria 2020





lunes, 1 de junio de 2020


CONCOURS PHOTO L'HARMATTAN #EditionsHarmattanDeconfinees
PARIS
LIVRE: L'OR DE SERENDIP
AUTEURE: TERESA ITURRIAGA OSA

Photo/ Tato Gonçalves ©

Depuis le 11 mai, c'est toute l'équipe promotion (masquée !) qui a repris sa place dans les bureaux (réaménagés !), pour prendre le relais et de nouveau pouvoir vous recevoir.
Pour ce nouveau départ, nous vous proposons de mettre en scène sur les réseaux sociaux un (ou plusieurs !) livre Harmattan à l'extérieur et d'insérer dans la description de vos photos le hashtag #EditionsHarmattanDeconfinees pour que nous puissions les retrouver. Le concours sera suivi sur Facebook, Instagram et Twitter, vous pouvez poster vos photos sur un ou plusieurs de ces réseaux.N'oubliez juste pas de les mettre accessible en mode public et de bien inclure #EditionsHarmattanDeconfinees dans le texte qui accompagne la photo.
Les trois photos préférées de l'équipe feront remporter à leur photographe une sélection Harmattan dans la thématique de leur choix ! (Romans, polars été, philosophie, sport .......)
Photo Teresa Iturriaga Osa
Las Coloradas, Gran Canaria, Espagne.
Dimanche 31/5/2020