Maledicencia
Teresa Iturriaga Osa
Una inquisición hambrienta de
niñez
se me metió como el granizo en casa,
empapando errores, culpas sobre mi espalda.
se me metió como el granizo en casa,
empapando errores, culpas sobre mi espalda.
Una palabra tras otra, hurgaron en
corazones sin mácula.
Entonces hablaron los jueces.
Sus líneas rompieron lacres de ignorancia.
Entonces hablaron los jueces.
Sus líneas rompieron lacres de ignorancia.
El reino amarillo se sumió en esa bruma
con tañido espeso...
El otoño a lo lejos desterraba la figura de la infamia
y doce peones doblaron el mantel del silencio.
El otoño a lo lejos desterraba la figura de la infamia
y doce peones doblaron el mantel del silencio.
Ilustración / T.
Iturriaga
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