martes, 4 de agosto de 2015


La Senda del Amaranto
 Teresa Iturriaga Osa


 
 
 










Foto/María Del Río




        Esa vieja nobleza de la aflicción

escupe, sangra sin remedio
 
su acertijo de heridas.

        Una vez tras otra

paga la deuda y se venga del tiempo

        en una copa de láudano.

 

        Tropieza con pies de plomo

el desaliento.

        Cae y se levanta.

        Cae.

        Cae.

                  Cae.

 

        Pero el perfume del amaranto,

flor entre cuerpo de ave y suspiro,

hace milagros para que el cielo sea azul, ¡azul! 

         -y no morado ni rojo ni escaso-,

al agitar sus alas con gracia

         antes de morir.

 

 
 
 
 
Teresa Iturriaga Osa

Doctora en Traducción e Interpretación por la ULPGC (Canarias, España). Trabaja en periodismo cultural, sociología, radio, poesía, ensayo, relato, traducción. Libros: Mi Playa de las Canteras, Juego astral, Yedra en vuelo, Revuelto de isleñas, Desvelos, Sobre el andén. Gata en tránsito, Campos Elíseos, En la ciudad sin puertas y DeLirium. Se incluye en las antologías: Orillas Ajenas, Hilvanes, Fricciones, Que suenen las olas, Ecos II, Doble o nada, Espirales Poéticas, Madrid en los Poetas Canarios, París, Mujeres en la Historia I-II-III y Casa de fieras.
 

 

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