miércoles, 30 de junio de 2021

 

NAPOLEÓN Y MARÍA WALEWSKA

EN SU NIDO DE AMOR


Entrar en la Villa de San Martino —residencia de verano y pabellón de caza del emperador durante su exilio en Elba— es una experiencia emocionante. Este lugar de recreo y descanso de Napoleón brilla con una energía muy especial. Aquí vivió sus momentos más apasionantes junto a su joven amante polaca, la condesa María Walewska, quien viajó clandestinamente hasta la isla con el pequeño Alejandro, hijo ilegítimo de la pareja. Los ventanales abiertos de la cámara llamada Nido de amor dejan entrar una brisa fresca que desciende de las cumbres elbanas con el aroma de sus bosques perennes. Se disfruta de una hermosa vista desde el lecho imperial, como un lienzo que se despliega por el cielo azul hasta la costa de Portoferraio entre jardines de árboles ornamentales. Una puerta se abre a la Sala Egipcia, coronada de símbolos zodiacales —con un péndulo sobre una piscina octogonal en mármol blanco y negro— y una decoración inspirada en las campañas napoleónicas por el desierto. Jeroglíficos y signos astrales ilustran las paredes y el mobiliario de esta misteriosa estancia donde les servían la comida. Un gran salón de baile, el invernadero de cristal, las fuentes y las caballerizas completan el conjunto. Pura magia... davvero.


Teresa Iturriaga Osa

.

(...) "Con tal arte fue construida Andria, que cada una de sus calles corre siguiendo la órbita de un planeta y los edificios y los lugares de la vida en común repiten el orden de las constelaciones y las posiciones de los astros más luminosos: Antares, Alferaz, Capilla, las Cefeidas. El calendario de las ciudades está regulado de modo que los trabajos y oficios y ceremonias se disponen en un mapa que corresponde al firmamento en esa fecha: así los días en la tierra y las noches en el cielo se reflejan mutuamente." 

Italo Calvino, Las ciudades invisibles.








No hay comentarios:

Publicar un comentario