miércoles, 21 de febrero de 2018



ADIVINA QUIÉN VIENE A LEER / Blog de Sonia Rico

El ”DeLirium”de Teresa Iturriaga




 
Hoy Sandra Pérez nos presenta a una autora de prosa y poesía y la entrevista sobre su última obra “Delirium” que publicó con La vocal de Lis en Febrero de 2017.
Ella es Teresa Iturriaga Osa, una mallorquina doctora en Traducción e Interpretación que se dedica a la traducción de literatura, publicidad turística y periodismo de viajes.
Ha publicado en prensa, revistas literarias y portales digitales. Es autora y traductora de numerosas obras, relatos, poesías y novelas.
Ganadora del III certamen Internacional de poesía “El verso digital” 2008.
Una de sus obras más importantes es “Juego astral” que recoge las salidas del mundo físico y de su autora. Son relatos breves y están ilustrados por Sira Ascanio.
Delirium” es su última obra que combina relatos y poemas en perfecta armonía.
 
Sandra tiene sus poemas preferidos, como nos suele suceder cuando leemos un libro de relatos o poemas, siempre hay algunos que nos llegan más al corazón o que nos hacen pensar más.
La primera parte “De” es de relatos, le ha gustado mucho porque trata temas de actualidad, guerra, amor, vida. 
Son relatos escritos con unas notas poéticas que los convierten en textos bonitos y agradables de leer.
Su preferido es “Suite imaginaria de mujer”.
 
La segunda parte “Lirium” es de poemas. Esta parte le ha costado un poco más y algunos poemas le han llevado a leerlos y releerlos varias veces para captar la esencia de lo que Teresa pretende transmitir con ellos. Aun así ha disfrutado mucho de la lectura y algunos le han parecido preciosos como ” Hombre de cristal” y “Paradiso”

 

 -Tu último libro “Delirium” sorprende por su mezcla de narrativa y poesía. ¿Cómo tuviste la idea de combinar las dos cosas? ¿estás satisfecha con el resultado?


Me encanta el mestizaje de géneros porque yo soy una “mujer Libra” hecha de prosa y poesía.
Vivo en el espacio de la complejidad que no toca los extremos, sino que los enlaza.

Detesto las clasificaciones y los compartimentos estancos para definir a las personas de una forma simplista. “DeLirium” ha sido publicado en Barcelona por “La vocal de lis”, una editorial formada por mujeres de mentalidad avanzada. Es una joven editorial que nació con el impulso femenino de apostar por la literatura como motor de cambio. Y en cuanto conocí a su editora Imma Domenech y a su equipo, supe que depositaban su confianza en mi proyecto y todo fue desarrollándose con un diálogo transparente y profesional. Siempre digo que en el mundo de la edición hay muchos vendedores de humo que traicionan el espíritu de la palabra; por eso, encontrar gente creativa, seria y trabajadora, es una gran suerte.

-Hablemos de poesía ¿crees que está de actualidad? O, al contrario, ¿piensas qué es un género más propio de otra época? ¿Crees que la gente joven la lee o prefiere otro tipo de literatura?


Nunca he enfocado la poesía hacia un público concreto. La edad, la condición sexual, los gustos sociales… son parámetros que tienen que ver con el tiempo y el espacio, pero la poesía pertenece a otra dimensión que está más allá. Yo escribo poesía desde los quince años y me moriré con un poema en los labios. Sentir la poesía no depende tanto de los conocimientos ni de las valoraciones de la mente racional, sino de la propia vivencia, sensibilidad y agudeza emocional compartida entre el autor y el lector. Experiencia silenciosa e inasible que nos sitúa en un nivel de frecuencia vibratoria en sintonía.

No se puede desentrañar el secreto oculto del poeta sin rozar el misterio que apunta.

La poesía nos invita a navegar juntos en ese sueño. Descifrarlo será labor de cada uno.

-En tus poemas no sigues un patrón, hay poemas cortos y otros más largos; ¿no sigues unas pautas normalmente? ¿o depende de lo inspirada que estés con el tema?


Mi escritura literaria es un acto creativo que fluye con un ritmo nada medido, cuadriculado, obsesivo. Más bien, le gobierna un desorden regido por la improvisación y el azar de la luz, que a su capricho enfoca uno u otro objeto según el grado de intensidad del día. Entonces, al pasar a su lado, la materia elegida gime y pide su turno de presencia.

Así comienza el proceso, inspirado en una grieta, o un plato roto, esmalte, azulejo abandonado, una arruga de mantel, los flecos deshilachados de las cortinas, un pañuelo firmado con dos gotas de colonia, un resto de carmín exhibiendo sus manchas insistentes sobre el alma o, quién sabe, hasta una copa sucia y olvidada en un armario rebosante de vacío.
 

-Dedicas algunos de tus poemas a Maite, a María… ¿son personajes reales o ficticios?


María y Maite son mis hijas. Dos preciosidades por dentro y por fuera, mujeres de verdad que van por el mundo esforzándose en hacer realidad sus sueños. Para mí son grandes maestras, porque sus experiencias enriquecen mi camino. Creo que entre padres e hijos debe establecerse una relación de aprendizaje en ambas direcciones. Yo no concibo la vida sin mariposas en la frente y con ellas sobrevuelo el paraíso, por eso les dedico mis poemas más sentidos desde lo alto.

-El poema “Por una arena negra” lo dedicas a Góngora; ¿es un autor que te marcó de alguna manera especial?

Góngora es la palabra precisa que encuentra el equilibrio entre el fondo y la forma poética.

Su musicalidad fonética se adhiere a la honda emoción que su léxico expresa. Por eso es uno de los poetas que más me ha costado traducir. Hay que sacrificar siempre algo de su idiolecto en el transvase a otra lengua porque es imposible ser tan perfecto como él. La arena negra lleva en su esencia el roce del fondo atlántico, magma petrificado y sacudido por el tiempo marino. Y quien se tumba al sol de las playas salvajes de Canarias sabe muy bien lo que se siente al susurrar su voz.

¡Gracias Teresa!
Por Sonia Rico

 

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