martes, 30 de agosto de 2011

POEMA


Alondra desconocida

María Del Río





¡Qué tesoro en mi ala hueca eres,
sinfín de aventuras encontradas,
relámpago de mis noches de penumbra!
Calma de mis pasos apresurados,
savia de ramas agrietadas por los vientos,
dulce amargor de mi espera,
espera aliviada con tu llegar.
Alondra desconocida cada mañana, ¡ven!, no me asusta tu cantar,
cántame sin complejo alguno.
Poeta de poetas, deléitame con tu caminar,
enséñame a oír tu cantar de luna,
esa nota escondida entre tus manos de alfarero.
Manto de hojas rosadas,
piel de terciopelo,
¡tus ojos!, causantes de todas las bellezas del mundo.
El mar danza con su salado vaivén esperando que tus pies lo besen,
el aire se convierte en tu voz para que tú lo hagas viento
y así,
ese viento llegue hasta mí y me transforme.
Eslabón de mi camino,
brújula de mi resistencia,
día de mis días,
año de mis años,
cumbre de mis cumbres,
sombra de mi vida,
acompáñame siempre,
no te alejes,
yo, pobre luciérnaga, mi luz te doy,
mis alas descansan sobre tu lomo dorado,
el lago donde el paraíso perdido existe,
tú.
Te quiero.
Te quiero como quiere el cosmos a todo lo que en él habita,
como el marinero a la costa.
Silencio encontrado de mis ruidos,
ruido de mis silencios,
sílaba de mi palabra olvidada.
Por ti encontré el sitio para abandonar mis noches perdidas,
mi lastre,
mi pesada carga.
Mi yo.



Ilustraciones de Cheres Espinosa

No hay comentarios:

Publicar un comentario