lunes, 29 de mayo de 2017






Juntas, pero no revueltas




Créeme.

Cuando se llega a esta edad tan elegante,

no se pueden mezclar sandalias con pellizas.




A mi paño le crecen las abejas y,

al corcho de mis suelas,

le suben las hormigas.

Unas y otras no soportan la censura

hacia su particular forma

de construirme una cabina,

a veces, en panales,

torres,

túneles,

agujeros,

grietas,

sinónimos de nido.




¿Cómo haré para explicarte que

ni el invierno ni el verano

pueden vencer las ramas preñadas de un olivo?


 
 
 


Teresa Iturriaga Osa


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