viernes, 28 de marzo de 2014


 

<<Tronco de fe>>





       Un tronco de fe me nació de las manos,

cuatro palomas se posaron en mis pies.

La primera llegó envuelta en cenizas,

la segunda arrullándome el pelo,

la tercera,

               ay, la tercera,

la tercera picoteaba mi piel...





       Migajas de pasado iban saliendo de la ropa,

corrían los verdes cauces de mi vida

entraron allí donde solo yo conozco cerradura

                                                             era mi alma

gritaba entre aullidos de silencio

esa noria de emociones que me invade

los muros las palomas

la tapia del ayer se cayó encima

y por los guijarros salió la más pequeña...




       Sí, era la cuarta paloma,

                                                      ella

la más insignificante de todas,

la más escuálida y fría,

y llevaba en su pico una rama de olivo,

y me la entregó entre sollozos del mañana.

                                                         Miré en el estanque y era yo.


Teresa Iturriaga Osa
(Tx. / Foto)