viernes, 23 de septiembre de 2011

MOMENTOS POÉTICOS INOLVIDABLES EN GRANADA

Presentación del documental y lectura colectiva
de la II ESPIRAL POÉTICA POR EL MUNDO





Poetas participantes ESPIRAL II: Monserrat Fillol, Luis Cerón, Noel Olivares, Eva Santamaría, Juan Carlos de Sancho, Charo Blanco, Federico J. Silva, Carmen Rivero, Manolo Alonso, Palma Amorós, Paula Nogales, Ferrán Fernández, Teca Barreiro, Carmelo Sánchez Muros, Ángela Ramos, Beatriz Torres, Teresa Iturriaga Osa, Javier Cobos, Berbel, Marcos Jiménez León, Elsa López, Rosario de Gorostegui, Javier Cabrera, Carmen Herrera, Mariano Rupérez, Amalia Jiménez, Juan José Mendoza, Juan Carlos Friebe, Carmen Molo, José Luis Gärtner, Francisco J. Sánchez La O, Miguel Arnás, Tina Suárez Rojas, Bartolomé Troyano, Alicia Llarena, Javier Seco, Carmen García Tortosa.












Asociación Cultural LA ZAGÜÍA
www.lazaguia.org


LA CASA CON LIBROS
alojamiento rural
Calle del poeta Miguel Hernández, 19
(antigua calle Real, enfrentico la iglesia)
18140 La Zubia, GRANADA
www.lacasaconlibros.com

PARA MÁS INFORMACIÓN: http://espiralpoetica.blogspot.com/2011/06/ii-espiral-poetica.html

miércoles, 21 de septiembre de 2011

EL MUNDO DE LOS CUENTOS




LA GALLINA DE GUINEA QUE SE CONVIRTIÓ EN HIJO

[Cuento africano traducido por Teresa Iturriaga Osa, del libro de cuentos africanos The Girl Who Married A Lion, de Alexander McCall Smith, Canongate Books, Ltd, Edinburgh, 2004, pp. 1-4.]


Lo que se esperaba de un hombre rico como Mzizi -dueño de mucho ganado- es que tuviera mucha descendencia. Pero, desgraciadamente, su mujer, Pitipiti, no podía tener hijos. Ella lo estuvo consultando con mucha gente, sin embargo, aunque se gastaba mucho dinero en cuidados y medicinas para quedarse embarazada, seguía siendo estéril.
Pitipiti amaba a su marido y le daba mucha tristeza ver que su cariño hacia ella se iba desvaneciendo mientras él esperaba el nacimiento de un hijo. Finalmente, cuando ya estaba claro que Pitipiti no podía concebir hijos, su marido tomó por esposa a otra mujer. Entonces, se fue a vivir al gran kraal[1]con su nueva y joven compañera, y Pitipiti oía las carcajadas que provenían de la choza de la nueva esposa. Pronto nació un niño y, después, otro.
Pitipiti fue a llevarles regalos a los niños, pero la nueva esposa la echó fuera.
"Mzizi perdió el tiempo contigo durante tantos años..." -así se burlaba de ella la nueva esposa- "y mira ahora... ya ves en qué poco tiempo le he dado hijos; no queremos tus regalos".
Ella buscaba en la mirada de su marido algún signo del amor que él solía mostrarle, pero todo lo que vio en él fue el orgullo que sentía de ser padre. Era como si ella ya no existiera para él. A Pitipiti se le heló el corazón, dio media vuelta y se dirigió a su solitaria choza, allí se echó a llorar. Ahora, eso era lo que le quedaba en la vida. Su marido no tendría a bien que ella se fuera lejos con sus hermanos, así que tendría que arreglárselas sin vivir a costa de nadie. Pitipiti se preguntaba si sería capaz de soportar tanta soledad.
Algunos meses más tarde, Pitipiti estaba arando sus campos cuando escuchó un ruido, era como un cacareo que provenía de unos matorrales cercanos. Detuvo a sus bueyes y se arrastró sigilosamente por la maleza, echando un vistazo por dentro. Allí, escondida en la oscuridad, había una gallina de Guinea. El ave la vio y se puso a cacarear otra vez.
"Estoy muy solo," -dijo la gallina de Guinea- "¿querrás que sea tu hijo?".
Pitipiti exclamó riendo: "¡Yo no puedo tener una gallina de Guinea como hijo! Todo el mundo se reiría de mí".
Por la respuesta, parecía que la gallina de Guinea ya había desistido, pero no se rindió.
"¿Me dejarás ser tu hijo sólo por las noches?", preguntó. "Por las mañanas, puedo salir de tu choza muy temprano y así nadie lo sabrá".
Pitipiti pensó en ello. En efecto, eso sí sería posible: si la gallina de Guinea estuviera fuera de la choza justo al amanecer, entonces, nadie tendría por qué saber que ella lo había adoptado. Y pensó que estaría bien eso de tener un hijo, aunque sólo fuera una gallina de Guinea.
"Muy bien", pensó, tras unos momentos de reflexión. "Puedes ser mi hijo".
La gallina de Guinea estaba encantada y, aquella noche, nada más ocultarse el sol, entró en la choza de Pitipiti. Ella le dio la bienvenida y le preparó la cena, al igual que lo haría cualquier madre con su hijo. Los dos eran muy felices.
Pero la nueva esposa de Mzizi aún seguía riéndose de Pitipiti. Algunas veces, pasaba por los campos de Pitipiti y se burlaba de ella, preguntándole por qué hacía crecer sus cosechas si, en realidad, no tenía ninguna boca que alimentar. Pitipiti no hacía caso de sus burlas, pero cada una de ellas era como una pequeña lanza afilada que le cortaba cada vez más por dentro.
Un día, desde el árbol donde estaba posada, la gallina de Guinea escuchó los insultos y cacareó furiosamente; aunque para la nueva esposa, aquellos sonidos sólo eran los sonidos de algún pájaro en un árbol.
"Madre," -le preguntó la gallina de Guinea aquella noche- "¿por qué aguantas los insultos de la otra mujer?
Pitipiti no pudo encontrarle una respuesta. A decir verdad, ella poco podía hacer ante ello, porque si se le ocurría ir tras la nueva mujer, entonces, su marido estaría muy enfadado con ella y a la vez podría echarla. No había nada que hacer.
No obstante, el ave pensaba de forma muy distinta. Él no estaba dispuesto a que insultara a su madre de esa forma, así que, al día siguiente, se levantó temprano y voló hasta el árbol más alto desde donde podían verse los campos de la nueva esposa. Allí, cuando despuntó el alba, cantó una melodía de las gallinas de Guinea:
¡Venid amigos, hay grano para comer!
¡Venid y comed todo el grano de esta mujer!
No tardó mucho tiempo la nueva esposa en darse cuenta de lo que estaba sucediendo. Gritando enojada, entró corriendo en los campos y mató a la gallina de Guinea de Pitipiti y también a sus amigos. Luego, se los llevó a su choza, los desplumó y empezó a cocinarlos.
La nueva esposa llamó a Mzizi para el festín y, entre los dos, se comieron todas las gallinas de Guinea de una sentada. Fue una comida deliciosa y ambos se encontraban muy contentos consigo mismos por haber empezado el día con tan buen pie.
Tan pronto como hubieron terminado el último bocado, Mzizi y la nueva esposa escucharon un sonido: alguien cantaba dentro de sus estómagos. Eran las gallinas de Guinea cantando sus canciones de gallinas de Guinea. Aquello, por supuesto, aterrorizó a la pareja y, a todo correr, echaron mano de dos largos cuchillos que se clavaron en el vientre para detener el ruido. Al clavar los cuchillos en su piel, la sangre brillante empezó a salir a borbotones y se desplomaron. Una vez en el suelo, la gallina de Guinea y sus amigos salieron de sus heridas cacareando con júbilo al verse libres. Pronto estuvieron en el campo, comiéndose todo el grano que quedaba.
Pitipiti estaba encantada porque ya no volvería a escuchar los insultos de la nueva esposa. Ahora sería la dueña del ganado de su marido y ésa era la causa por la que muchos hombres esperaban casarse con ella. Por supuesto, todos ellos estaban encantados con la idea de poder casarse con una esposa cuyo hijo fuera tan listo y tan especial.







LA ALQUIMIA DE LO FEMENINO EN LA TRADICIÓN ORAL


Por Teresa Iturriaga Osa
Dra. en Traducción e Interpretación


El cuento, venga de donde venga, siempre se mueve entre diferentes niveles de interpretación. El neurolingüista ruso A. R. Luria, en su obra Conciencia y lenguaje[2], decía que el nivel de lectura en cada ser humano depende del grado de apertura de las puertas de su percepción. Por tanto, el cuento nos habla de un modo personal según la dimensión de la lectura del texto en la que nos situemos, independientemente de la formación académica o la inteligencia de cada individuo. La interpretación depende de la sensibilidad, de la frecuencia de onda que captan nuestros sentidos, es decir, de nuestra "agudeza emocional".
Por consiguiente, se trata de cultivar esos sentidos externos e internos de los que vienen hablándonos desde hace siglos tanto los maestros occidentales como los orientales; ésa debe ser la clave del éxito de cualquier acto de comunicación complejo y profundo. Parece que por ahí debe de encontrarse la salida del laberinto humano. De ahí que pretender entrar en una cultura -como la africana- a través de análisis teóricos y sesudos, además de ser agotador, tiene cada vez menos probabilidades de éxito. Por el contrario, dejar que los pueblos africanos nos tarareen sus cuentos al oído puede producir en nosotros el mismo efecto que un masaje relajante con esencias y aromas desconocidos que, automáticamente, harán caer las barreras defensivas que nos distancian. Escuchar sus historias alrededor del fuego es un buen camino de aproximación al "yo" de los "otros". Porque el significado "no lógico" del cuento nos va adentrando por territorios intuitivos donde habita la esencia del ser humano y nos permite acercarnos con sigilo al pensamiento y a los comportamientos de otras culturas que, en muchas ocasiones, desde un punto de vista racional, no llegamos a comprender.
El cuento es un instrumento muy útil para la antropología entendida en el sentido más amplio del término, es decir, como un conocimiento del hombre que intenta descubrir los resortes secretos que le mueven. Todos hemos experimentado el choque cultural que se produce entre diferentes culturas cuando iniciamos un diálogo basado en conceptos; a menudo, suele levantarse ante nosotros una malla de prejuicios que encasilla nuestras mentes dentro de un gran cuadrado de compartimentos estancos donde apenas divisamos lo que otro dibuja desde su celda correspondiente. Ahora bien, el cuento destruye esas barreras y nos deja en la arena de un patio de las culturas donde jugamos a hacer trazos que, entre todos, entendemos y adivinamos. El cuento es ese espacio lúdico donde cualquiera puede seguir las reglas de un juego universal donde no cuenta ni la edad, ni la piel, ni la religión, ni la ideología, ni la posición social, ni la riqueza, ni el género, pues es el territorio virgen de la espontaneidad y la imaginación. Allí todo el potencial del ser humano se despliega y lo más importante es dejarse llevar.
En ese sentido, el cuento africano de la gallina de Guinea puede comprenderse como fruto de una experiencia iniciática auténtica en la que se relacionan aspectos muy importantes del ser humano: lo antisocial y lo creativo. En el relato hay un simbolismo que está estrechamente ligado a la cosmogonía de lo femenino considerado como esa parte humana ingeniosa y artística que trasciende las convenciones sociales. La lectura de la exclusión de Pitipiti fuera del círculo -que representa el kraal- también puede interpretarse como el punto de partida donde el individuo comenzará a desarrollar otras fuerzas alternativas con las que hará frente al sistema pactado por la colectividad. Pero, paradójicamente, la expulsión de Pitipiti de la vida social y esa reducción de su espacio público a la choza van a producir en ella un efecto positivo porque su lejanía del discurso general, con el tiempo, le será de gran valor. En efecto, su exilio en la soledad, al igual que le sucedió a nuestro pensador Miguel de Unamuno, más que en desierto interior, se convierte en "su roca espiritual", ya que el excluido vuelve sobre su propio recuerdo de libertad. Porque nacemos libres, aunque a veces se nos olvide.
Mujeres como Pitipiti son todas aquellas que, por cualquier circunstancia de la vida, tienen que salirse del círculo social porque ya no están bien vistas. En este caso, es la hora de la marginación, de la exclusión de la tribu, ya que el mundo tradicional africano no valora a la mujer estéril que no da hijos a la colectividad. Pero este sencillo cuento, de apariencia alegórica y cuyo lenguaje se asemeja al de las fábulas, encierra una gran enseñanza: es un canto a la libertad de la mujer como ser pensante, a su gran capacidad creadora y a su fertilidad imaginativa. Ciertamente, el mensaje del cuento es revolucionario. Ante Pitipiti se abre un nuevo mundo de posibilidades que dará sentido a su existencia más allá de ser "madre" y "esposa". Y si estamos atentos al mensaje como ella, veremos que a través del cuento se están desmitificando esos valores absolutos de la cultura africana. En palabras de A. R. Luria: "Así pues, tanto en las frases con sentido figurado como en los proverbios y en las fábulas, está presente un conflicto entre el texto abierto (o sistema de significados) y el subtexto interno o sentido. Para la comprensión de todas estas construcciones es imprescindible abstraerse del sistema inmediato de significados y separar el sentido que, en forma alegórica, se expresa en el sistema de significados externos desplegados"[3].
En el cuento hay un impulso que da autoestima a la mujer inquieta y le invita a vivir por caminos no trillados que dan paso a una alquimia o transformación interna. Pitipiti debe detener los bueyes, olvidar el camino del surco y reptar por la maleza hacia lo desconocido. Ella busca y encuentra, aunque tenga el corazón roto de dolor. En muchos cuentos hay una transformación a partir de una herida que marca a la persona, y como dice A. M. Schlüter, maestra y estudiosa de la filosofía Zen: "Esto que parece en primera instancia algo negativo, luego resulta no serlo. Ninguna herida de la vida, aunque pueda parecer lo contrario, a la larga deja de tener la posibilidad de convertirse justamente en una gran oportunidad. Los orientales dicen: la arenilla que se cuela en la ostra -lo cual es un peligroso accidente- es la que da lugar a la perla; si no se colara una arenilla, una impureza, no habría perla"[4]. Aquí, en este cuento, la mujer se enfrenta con su propia sombra, con su soledad en medio del vacío, pero aún así, ella sigue trabajando, porque cualquier evolución siempre pasa por ese seguir andando a través de las tareas más simples de la vida cotidiana sin detenerse en ese abismo donde uno cree encontrarse. Es la solución que te llevará con todo tu miedo a la salida del túnel y, gracias a ese trabajo en soledad, verás la luz; es una esperanza, no es una utopía engañosa, es la verdad más grande que nos han dejado los sabios de todas las tradiciones.
Al final, lo negativo se transforma y se alumbra a una mujer nueva. Pitipiti está trabajando cuando oye una voz que no es más que su propia voz interior, escondida en la sombra y con ganas de ser escuchada. La gallina de Guinea es ella misma, es la rebeldía que vive en ella, la niña salvaje y libre que nunca deja salir a la luz, públicamente, porque no está bien visto que la mujer africana proteste en caso de repudio y abandono. Es la voz de su ser interior que le recuerda que ella también tiene derecho a vivir y a desplegar sus alas de mariposa aunque no pueda tener hijos biológicos. En este cuento, la mujer africana recobra su dignidad de reina por su gran potencial de creación en cualquier ámbito.
Este cuento establece sus vínculos con el lado femenino del quehacer humano y lo sitúa muy alto en la esfera de la cultura ancestral africana.








Las interpretaciones que hayan podido hacerse de la incapacidad de la mujer a la hora de considerar su inteligencia creativa, sólo pueden entenderse desde la manipulación de todas las sociedades patriarcales en beneficio de los intereses masculinos y a su miedo al desarrollo de esa vertiente creativa femenina que, en lugar de dictar leyes rígidas y regresivas, busca relaciones humanas en libertad. El sometimiento, la jerarquía per se, la violencia, la intolerancia, no son más que reflejo de las sociedades ancladas en el miedo al cambio y, en eso, la mujer que despierta no quiere participar más. Es evidente que la mujer ha tenido que claudicar en sus reivindicaciones de libertad en muchos momentos de la historia, y bajo diferentes collares ideológicos y morales, pero hay en ella un espíritu de combate interno que le va hablando en voz baja y le susurra al oído, desde la sombra de su corazón, mostrándole un mundo fuera del jardín doméstico donde aún puede ser feliz.
Es la gallina de Guinea la que cacarea en todo momento por nuestro interior. Es su canto de gallina de Guinea el que nos dice que si dejamos salir esa melodía de nuestra choza y dejamos que salga a la luz, trascenderemos las prisiones de los conceptos establecidos; ella nos invita a realizar nuestros sueños. Siempre ha habido "mujeres que corren con los lobos"[5] -como dice la doctora psicoanalista junguiana C. P. Estes- y también "mujeres que corren y ríen con gallinas de Guinea" en todas las culturas. Mujeres con dignidad. Al fondo de la espesura, siempre nos esperará una gallina de Guinea para pedirnos que nos arriesguemos a abrazarla con fuerza y que la adoptemos como hijo. Un hijo que será legítimo y, sin duda, el predilecto de su madre, porque en esa decisión valiente ella se juega su destino.


[1] Kraal: núcleo circular de cabañas agrupadas en forma de colmena donde tradicionalmente vivían los zulúes y, en cuyo centro, situaban al ganado.
[2] Luria, A. R. (1984): Conciencia y lenguaje, Visor Libros, Madrid. Traducción de Marta Shuare.
[2] Luria, A. R. (1984): Conciencia y lenguaje, Visor Libros, Madrid. Traducción de Marta Shuare.
[4] Schlüter, A. M. (1996): El camino del despertar en los cuentos, Editorial Zendo Betania, Guadalajara.
[5] Estes, C. P. (2002): Mujeres que corren con los lobos, Ediciones B, Barcelona. Traducción de M.ª Antonia Menini.

domingo, 18 de septiembre de 2011

(Num.190 BOUHIOUI) 17 septembre 2011

Du dégoût à l’admiration



Le jour où j’ai découvert Antoni Tàpies était aussi le jour où j’ai été, pour la première fois de ma vie, littéralement dégoûté par une œuvre d’art. Son œuvre intitulée « Grand drap noué aux détritus » et datée de 1971 aura été l’une des rares œuvres d’art à m’inspirer de la répugnance !


D’ailleurs, je me souviens que dans le livre que je lisais, on avait intitulé cette œuvre « Grand drap noué aux détruits, 1791 » au lieu de « Grand drap noué aux détritus, 1971. » La personne qui a inscrit ce titre devait être suffisamment dégoûtée pour écrire « détruits » au lieu de « détritus » et « 1791 » au lieu de « 1971. » Enfin, ces œuvres qui offusquent ont au moins le mérite de ne pas laisser indifférent.


À part cela, Tàpies, qui est né en 1923 et vit à Barcelone, centre espagnol de l’avant-garde artistique depuis le milieu du 19ième siècle, a eu une carrière prolifique qui dure depuis plus de soixante ans. Sa toute première exposition date de 1950. La même année, il obtenait une bourse pour aller à Paris. Une fois là-bas, il eut la fabuleuse chance d’être apprécié par l’influent critique d’art Michel Tapié (la ressemblance des noms est une simple coïncidence) qui aura défendu l’art de Tàpies avec beaucoup d’enthousiasme.


Si je vous parle de Tàpies c’est parce que, entre temps, je suis devenu très curieux de son art, et avide de ses écrits. Il a publié son premier ouvrage, La pràctica de l’Art, à l’âge de 47 ans. Quatre ans plus tard, en 1974, il a publié L’Art contra l’Estética, puis d’autres ouvrages tels que Memòria personal (1978), La realitat com a art (1982), Per un art modern i progressista (1985), Valor de l’art (1993) et L’art i els seus llocs (1999).


Au début de sa carrière, il était considéré comme le principal représentant de l’art informel. À partir des années 1970, il a commencé à incorporer dans ses œuvres toutes sortes d’objets. Il était donc relativement difficile de classifier son art vu qu’il révélait des parallèles avec l’arte povera, l’expressionnisme abstrait, le pop art et d’autres mouvements.


Peintre, sculpteur, graveur et écrivain, Tàpies est passionné par la philosophie, la littérature et la musique –surtout les romantiques tels que Brahms et Wagner. Mais je pense qu’il est surtout peintre, car il utilise essentiellement de la peinture, enrichie de diverses substances. En effet, sa caractéristique principale est l’usage de pigments appliqués en empâtement épais, auxquels il ajoute parfois du sable et divers matériaux.


Son message est axé sur la réévaluation de ce qui est considéré comme bas, répulsif, désagréable ou dégoûtant, comme ces nombreux détritus mués en art. En d’autres mots, rien de ce qui est habituellement méprisé ne devrait l’être. Pour lui, « le moindre geste de vie, un simple graffiti sur un mur, s’il est justifié par un fait humain, a infiniment plus de valeur que toute la peinture des musées, dépourvue de tout lien avec notre existence. »



Merci.

BOUHIOUI

--
www.bouhioui.canalblog.com
http://www.flickr.com/photos/bouhioui-2010 (Exposition: Mains d'artistes)
www.aujourdhui.ma
Dr Hamid Bouhioui, Artiste peintre
~~~

viernes, 16 de septiembre de 2011

Womenalia: The network for professional women

Creada una Red Profesional a nivel internacional exclusivamente para mujeres:

Womenalia.com (antes Dirigirenfemenino.com) nació a finales de octubre de 2009.
Este proyecto ideado por la Fundación Juan Morera Vilella recibió el apoyo del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, a través de la concesión de un Plan Avanza.
Hoy Womenalia Networks es una S.L. con vocación internacional que nace como respuesta a la necesidad de nuestra sociedad de:
- Incorporar a muchas más mujeres profesionales en puestos directivos de empresas.
- Muchas más empresas creadas por mujeres.
- Fomentar el autoempleo de la mujer para una mayor conciliación familiar y laboral.




http://www.womenalia.com/

miércoles, 7 de septiembre de 2011

GASTRONOMÍA

COCINA CREATIVA / RESEÑA DE LA BIOGRAFÍA DEL CHEF J. J. ITURRIAGA






Título: El chef J. J. Iturriaga en sazón







La portada de este libro es el reflejo de una vida dedicada al amor en todas sus facetas. La cocina y la vida hierven en esa mirada en perspectiva, es la realidad de un hombre lleno de ilusiones y, al mismo tiempo, en medio de la soledad.Es el estado del buscador creativo que observa el horizonte encerrado en el centro de una torre. Los hierros le rodean como fuerzas que sostienen una gran obra bien construida desde los cimientos, a la vez que preparan las estrategias de defensa y de ataque, entrenando las potencias y el miedo humano. Y esa estructura es la fortaleza inexpugnable donde convergen los ingredientes de los caldos creativos.





Prólogo

Por Teresa Iturriaga Osa



El título de este libro -centrado en la vida profesional de mi padre, J. J. Iturriaga- juega con términos de cocina relacionados con la intención comunicativa del texto. La expresión "en sazón", según el diccionario de la R. A. E., significa "oportunamente, a tiempo, a ocasión", a la vez que "sazonar" es "poner las cosas en la sazón, punto y madurez que deben tener". Por consiguiente -y a buen entendedor, pocas palabras bastan-, creo que aún estamos a tiempo de disfrutar de las enseñanzas del chef Iturriaga para que no se nos olvide el significado profundo de la alta cocina.

Dicen que la gastronomía es ciencia y es arte -más ciencia que arte para unos, más arte que ciencia para otros-, aunque yo no sabría trazar los límites entre una y otra pero, desde luego, lo que sí puedo afirmar es que, para mi padre, la alta cocina siempre fue enemiga de la rutina. Y a propósito de esta reflexión, recuerdo que los lingüistas M. Issacharoff y L. Madrid ya investigaron hace años las relaciones entre el pensamiento y el lenguaje, el cerebro y el tiempo, el ajedrez y la cocina. Ponían como ejemplo el juego del ajedrez para ilustrar la relación existente entre la memoria y el pensamiento, explicando cómo hay varias clases de jugadores, según su forma de ser y de actuar. Así, algunos campeones de ajedrez tienen la capacidad de memorizar un gran número de estrategias y posiciones, pero un fallo de su memoria podría dejarles en blanco. Hay otros, por el contrario, que prefieren el desafío de improvisar libremente ante cualquier situación. Los psicolingüistas comparan a estos últimos con los chefs creativos que nunca se ciñen a las reglas de un libro de recetas, que suelen utilizar como una referencia, pero no siguen al dictado. En conclusión, afirman que "la cocina, como el ajedrez, posee una sintaxis -clases, taxonomías y reglas de combinación y permutación-. Ambos requieren de la memoria en cierta medida, pero en su nivel más logrado implican un grado mayor de creatividad y de improvisación que la mera copia que se origina de la repetición".

Por eso, siempre le estaré agradecida a mi padre por haberme enseñado la relación entre el difícil arte de la cocina y el ajedrez. Desde el día en que entró por la puerta de casa con el tablero y la cajita que contenía las piezas blancas y negras del ajedrez, algo cambió en mí. De alguna manera, el juego como creación y estrategia de vida entraba a formar parte de mi mente infantil. Me pasé la niñez atacando con torres y alfiles las posiciones enemigas de mi hermano Juan. Yo no sabía entonces la importancia de reconocer en aquel sistema de probabilidades y combinaciones el hilo conductor que, unos años más tarde, sostendría mi vida, siempre en busca de la diversidad como criterio unificador.

Mi madre, por su parte, siempre ajena a la alabanza y a la frivolidad, me enseñó también la importancia de la elegancia para hacer invisibles los movimientos de su cetro en el tablero de la vida familiar. Porque su poder no se exhibía, pero se dejaba notar. Ciertamente, a la hora de valorar cuáles son las claves del éxito de las recetas del chef J. J. Iturriaga, podría asegurar -sin miedo a equivocarme- que uno de sus ingredientes fundamentales es la unidad creativa entre su vida profesional y afectiva. Dos primeros Premios Nacionales de Cocina así lo avalan, sin olvidar el Diploma de la Medalla de Oro de la Villa de París. En efecto, en la vida profesional de mi padre, mi madre siempre fue el núcleo y el corazón mágico de su juego creativo. Sin su amor, no había fuego, no había artista. Todos sabemos que, sin el descubrimiento del fuego, aún seguiríamos en la Edad de Piedra y sólo reinaría en nosotros la oscuridad.

Precisamente, este libro nos habla del mundo de la restauración que se mueve entre las estrellas. Eran los años sesenta en Mallorca y los Príncipes de Mónaco inauguraban el Castillo Hotel Son Vida, que rehabilitaron sobre una colina con hermosas vistas a la Bahía de Palma. Hasta allí llegaron los invitados más ilustres en el yate Cristina de Onassis, con María Callas a bordo. Sería el principio de la época dorada del turismo balear que acogía con agrado al mundo cinematográfico de Hollywood unido a la aristocracia europea. El hotel fue inaugurado oficialmente en julio de 1961 y el chef Iturriaga hizo una cena espectacular para los huéspedes del Príncipe Rainiero y la Princesa Grace de Mónaco: Onassis, María Callas, la maharaní de Baroda, Elsa Maxwell, jeques árabes, prestigiosos científicos, intelectuales, políticos, banqueros, etc.

En sus páginas se enfocan anécdotas de toda una década, bellos recuerdos e, incluso, sucesos provocados por peculiares clientes que abandonaban por unos días la vorágine de los altos círculos políticos y financieros acudiendo al hotel para sumergirse en una burbuja que les servía de paréntesis entre el mundo real y el de sus sueños. Y en no pocas ocasiones, el exquisito ambiente hotelero y la buena gastronomía del restaurante ayudaron al diálogo y a la distensión entre varias partes enfrentadas, alejando los negros nubarrones de un posible conflicto internacional, para culminar con la firma de un tratado y la celebración de una fiesta de gran gala.

Mientras tanto, la vida discurría en plena efervescencia en las cocinas, en medio de un gran torbellino mediático, del tráfago hotelero, de la prensa y de los curiosos que perseguían a los personajes de la jet-set. El chef, ensimismado, se dejaba absorber por el espíritu artístico, plasmando su personal coreografía a través de los platos que presentaría en el comedor. Y, en esa dimensión, el chef era el señor de los sueños. Vivía el privilegio de realizar lo que sólo sucedía en su fantasía. Pura alquimia. Por ello, este libro está dedicado a mi padre y a todos aquellos cocineros que han sido olvidados como maestros constructores de belleza. Ojalá que sus esfuerzos a pie de fogón y sus noches en vela inventando deleites para los sentidos sean consideradas de una vez por todas como partes del proceso de una verdadera obra de arte.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Lánzate desde 10 €


Colabora desde 10 € con el proyecto documental de Melania Fraga con Ana Vega.

El proyecto muestra a través de un documental la deriva de la escritora asturiana Ana Vega, por encontrar sus orígenes a través de la lengua y la historia de sus ancestros.

Ana Vega regresa al occidente asturiano para mostrarnos en un recorrido intimista el impulso que la lleva a escribir sobre su familiares, sobre el mundo rural, el acercamiento a la lengua asturiana... ella explica “Difícilmente puedo comprender quién fui, soy y seré más tarde, sin prestar cierta atención a la parte de mi ser o vida o tiempo que he vivido en otra especie de mundo, realidad o microcosmos. Mis raíces se encuentran, parten y se enredan en el occidente asturiano...”

Con la disculpa de descubrir la figura de su tatarabuelo “mediaoreya” un músico ambulante de principios de siglo XX, recorremos las calles casi solitarias de una tierra que parece detenerse en el tiempo pero que a la vez esconde un gran potencial de personas creativas.

El documental será grabado en asturiano occidental (fala) y subtitulado al castellano e inglés.

¿Qué apoyas si financias este proyecto?

Apoyas la producción de material cultural en una lengua minoritaria en Asturias "a fala".

Apoyas un proyecto en el que la mayoría de creadoras somos mujeres (producción, dirección, guión, música), esto es de gran importancia dado que en la industria del cine las mujeres tenemos grandes dificultades para obtener fondos para nuestros proyectos.

Apoyas el dar a conocer, a través de Ana Vega, la importancia de la reflexión y el acercamiento a los orígenes, lo rural, la tradición oral y musical, en la creación literaria.

Apoyas la dignificación en el sector audiovisual y de creación artística. Aunque cientos de proyectos se hacen “por amor al arte” en mis proyectos apuesto “por el amor a la profesión”, a su dignificación y a que las personas creadoras podamos vivir de nuestro trabajo, como los profesionales de cualquier otro sector, por ese motivo se pagarán a las personas qué trabajen en el proyecto.

¿En qué se gastará el dinero que aportes?


El dinero que se consiga mediante el micro mecenazgo o crowd funding se destinará a cubrir gastos de producción: gasolina, teléfono, gestiones burocráticas y legales y los honorarios de una persona como ayudante de producción durante las localizaciones y el rodaje.

El resto del proyecto se financiará con una ayuda económica de la Consejería de Cultura del Principado de Asturias y con una aportación de material de la empresa Communis. 


¿Qué recompensas te damos?

Desde aparecer en los créditos hasta poemas dedicados de Ana Vega y por supuesto una copia del documental.

También puedes apoyarnos difundiendo e tu blog o FB esta noticia.

EXPO INDIVIDUAL DE SABELA BAÑA EN LA GALERIA QUORUM DE MADRID

INAUGURACION EL DIA 6 DE SEPTIEMBRE A LAS 20 HORAS . FECHA DE EXPOSICION DESDE EL 6 DE SEPTIEMBRE HASTA EL 30 DE SEPTIEMBRE .
GALERIA QUORUM SITUADA EN LA CALLE COSTANILLA DE LOS ANGELES 13(MADRID)
ME ENCANTARIA QUE PUDIERAIS ASISTIR

Proyecto ESPIRALES POÉTICAS POR EL MUNDO EN GRANADA

Querida gente amiga,

ya estamos de vuelta y retomamos actividades este próximo sábado 17 de septiembre a partir de las 21:00 horas, con la presentación del documental realizado durante la II ESPIRAL POÉTICA POR EL MUNDO y el posterior recital poético que reunirá por La Casa Con Libros a algunxs de lxs poetas que participaron en esta II Espiral Poética. Será una alegría veros por aquí.


SÁBADO 17 de SEPTIEMBRE
a partir de las 21:00 horas
POESÍA
Presentación del documental y lectura colectiva
de la II ESPIRAL POÉTICA POR EL MUNDO
Entrada libre. Aforo limitado.
+INFO del proyecto ESPIRALES POÉTICAS POR EL MUNDO aquí.



¿Y qué es eso de una espiral?
Una espiral es un movimiento sin principio ni fin. Una espiral es una mano que estrecha a otra mano para entregarle un pedacito de alma. Una espiral es también un remolino que te arrastra hasta el centro del corazón. Una espiral es un camino que conduce hacia el absoluto. Una espiral es una uva que estalla entre los dientes y salpica la garganta con un instante de éxtasis.

O sea:
El esquema que sigue la espiral es el siguiente: la palabra final de cada poema se utiliza para inicio del siguiente. Ninguno de los participantes conoce el poema que le precede, sólo la palabra final. Son inéditos. Cuando se da por concluida, se hace una edición y una lectura en el sitio señalado de antemano. La espiral tarda en desarrollarse unos dos años, dependiendo de la prisa que se de cada uno y del número de poetas partcipantes. La segunda espiral poética: Espiral II, se hizo en la playa del Confital en Las Palmas de Gran Canaria en Junio de este año. Participaron 37 poetas (18 insulares y 19 peninsulares).

Los poetas participantes fueron: Monserrat Fillol, Luis Cerón, Noel Olivares, Eva Santamaría, Juan Carlos de Sancho, Charo Blanco, Federico J. Silva, Carmen Rivero, Manolo Alonso, Palma Amorós, Paula Nogales, Ferrán Fernández, Teca Barreiro, Carmelo Sánchez Muros, Ángela Ramos, Beatriz Torres, Teresa Iturriaga Osa, Javier Cobos, Berbel, Marcos Jiménez León, Elsa López, Rosario de Gorostegui, Javier Cabrera, Carmen Herrera, Mariano Rupérez, Amalia Jiménez, Juan José Mendoza, Juan Carlos Friebe, Carmen Molo, José Luis Gärtner, Francisco J. Sánchez La O, Miguel Arnás, Tina Suárez Rojas, Bartolomé Troyano, Alicia Llarena, Javier Seco, Carmen García Tortosa.

Como muchos de ellos son de Granada y algunos no pudieron ir, proponemos esta lectura en La Casa con Libros. Aprovechamos para estrenar el Documental que grabamos el El Confital, con lo cual los poetas canarios y de otros lugares que no puedan venir en esta ocasión, nos acompañarán en la pantalla e incluso oiremos sus voces.

Tenemos espiral para rato. Tan solo es cuestión de desearlo.

OS ESPERAMOS

PARA MÁS INFORMACIÓN:http://espiralpoetica.blogspot.com/2011/06/ii-espiral-poetica.html



Asociación Cultural LA ZAGÜÍA
www.lazaguia.org

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LA CASA CON LIBROS
alojamiento rural
Calle del poeta Miguel Hernández, 19
(antigua calle Real, enfrentico la iglesia)
18140 La Zubia, GRANADA
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